jueves, 22 de septiembre de 2011

Todos llegamos a ese final inminente. Sé que ella llegó a un punto sin retorno. La oigo quejarse y sé que no pasará de está noche. Tiene 12 años. Es más de lo que un perro puede vivir. Sobretodo un perro que pasó por todo lo que ella pasó.
¿Qué es lo primero que hago? Me encierro en mi burbuja para no sentir dolor o no dejarme llorar. Una parte de mi, muere con ella.

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Los sueños incompletos.

Este es un espacio incompleto y vago.